Autor/a: Anne Mather
Título original: Innocent Obsession
Sinopsis:
Sylvie tiene que viajar a Grecia para cuidad a su sobrino, ya que su hermana ha abandonado su familia, decidida a convertirse en actriz. La familia Petronides al principio no se siente entusiasmada por la aparición de la tía del niño, pero muy pronto se los ganó, especialemente a su cuñado León.
Sin embargo, Andreas Pretonides, el hermano mayor, era otra cosa y enseguida sospechó de los motivos por los cuales Sylvie estaba en Grecia. Pero desde el primer momento en que Andreas fue a recogerla al aeropuerto, ella supo que se había enamorado sin remedio del arrogante y duro Andreas Petronides.
Reseña:
Para comenzar, el libro no me gustó mucho que digamos; no me dejó esa sensación de volver a leerlo o esa sensación de satisfacción, y eso debido a varias cosas como por ejemplo el enamoramiento rápido o ''flechazo'' que tuvo Sylvie de inmediato y como era tratada mal por Andreas, además de su actitud muy posesiva hacia ella.
Lo que no me gustó fue la historia en sí, pero la forma en que está relatada está bien redactada y la podías seguir sin perderte, dando ideas claras de los sucesos respectivos. Además de ser un libro corto lo podías leer en un día o dos (sin interrupciones).
En cuestión de personajes está Sylvie que es un personaje que se esfuerza y trata de ser responsable con sus obligaciones, todo lo contrario de su hermana, pero aún así, teniendo en claro su enamoramiento por Andreas, de repente no quiere seguir la universidad (una muy buena cabe decir) siguiendo una carrera que ama, diciendo que se quiere casar para mantenerse. Bueno eso no me gustó, aunque tampoco soy de juzgar si hay mujeres que lo hacen, pero ella dejó una gran oportunidad en una gran universidad.
Respecto con Andreas, podemos fijarnos que es un poco celoso con su hermano menor desde el comienzo y que a pesar de la gran diferencia de edad (a mi no me importa la diferencia) se fijara en Sylvie pero lo evita, aunque se muera de celos, y aún así no quiere verla con nadie más, y la trata mal como si ella tuviera la culpa, además. Pero aún así cuando quiere puede ser muy encantador sin esa fachada de persona arrogante que humilla personas.
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